Las negligencias que mataron a Jorge
Jorge Alejandro López Rivas falleció el 4 de enero en la sala donde 29 días antes se había contagiado de coronavirus. Los que habían sido sus compañeros trataron de reanimarlo durante 40 minutos. No contaban con guantes, equipo de protección, catéter ni laringoscopio, ni medicamentos para inducir el coma. No funcionaba la toma de oxigeno. Jorge tenía 29 años y era médico interno de perorado en el hospital Doctor José María Rodríguez, en Ecatepec, al norte de Ciudad de México.
Murió debido a complicaciones por Covid-19 después de ser obligado a trabajar cuando ya estaba enfermo.
Jorge, le iba a las Chivas, tenía la sonrisa ancha y una pasión dedicada. Compraba de su bolsillo las gasas cuando faltaban y se dormía de último en las guardias. Era alegre e inteligente. Dicen sus compañeros, su familia, sus jefes, todo el mundo dice, que la muerte de Jorge no debió haber ocurrido.