Karen Espíndola no estaba desaparecida; estaba en un bar.

La denuncia de la desaparición de Karen luego de tomar un taxi afuera de la estación del Metro General Anay, movilizó a todo el país.
“Mami, este señor se ve sospechoso y grosero” fue el último mensaje vía WhatsApp que Karen le envió a su mamá, antes de perder todo contacto.
Horas después y mediante redes sociales, su hermano informó que Karen había llegado por su propio pie a su hogar y mencionó que “no estaba en las mejores condiciones”.
Sin embargo, fue la tarde de ayer que medios nacionales difundieron que la joven de 27 años se encontraba en un bar y no plagiada, como lo dijeron sus familiares. A través de videos, se mostró que alrededor de las 16:51 horas del martes 3 de diciembre, Laura Karen ingresó a un centro nocturno, ubicado al sur de la Ciudad de México, posteriormente se observó que convive con diversas personas y fue a las 02:32 horas cuando salió del lugar acompañada de un sujeto.
Por el momento, Laura Karen no ha rendido declaración alguna que proporcione mayor información sobre los hechos ocurridos durante la noche del 3 y madrugada del 4 de diciembre

 

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