Si bien, pueden llover criticas de todo tipo hacia el Alcalde Arturo González Cruz, cierto es que se le debe reconocer un talento que muy pocos tienen, y es que cada día parece que exhibe una nueva forma de demostrar que su ambición es tan grande que literalmente le vale un cacahuate lo que el mundo diga de él.
Este jueves, luego de la sesión de cabildo y de que trascendiera que el Presidente Municipal maniobró para que su club campestre tuviera un descuento de unos 500 millones de pesos producto del predial, el Alcalde fue a departir sus alimentos a un conocido restaurante dedicado a los mariscos, precisamente a unos metros donde mandó a detener a Carlos Mora.
Más allá del alcohol que va implícito en cada reunión que tiene, sorprendió a los comensales mirar senados en la misma mesa, departiendo el pan y la sal a Arturo González Cruz, con Fernando Castro Trenti.
Para los conocedores del círculo rojo saben que Arturo Gonzáles comparte una añeja amistad con Castro, se dice que Gonzáles Cruz está tan desesperado que le imploró ayuda “al diablo”, para poder encontrar una solución al embrollo que tiene y a saciar sus ansias de ser gobernador.
La reunión se comenta que duró un par de horas poco se sabe, algunos especulan que Arturo González estaba clamando por ayuda y tener un puente de comunicación con el Dirigente Nacional de Morena, Mario Delgado.
Otros especulan que la reunión convocada por Gonzáles fue para pedirle consejos a su amigo Fernando para confrontar al gobernador Jaime Bonilla y así vencerlo en la decisión de la candidatura de Morena a la Gubernatura, con el paso del tiempo se sabrá. Lo cierto es que ésta no es la primera reunión que sostienen este año ambos personajes.
Conocido por pretender ser un duro crítico de la manera en que el gobierno de México cobra los impuestos, y por acusar a la autoridad de ejercer “terrorismo fiscal” y otras cuantas argucias retóricas, ADOLFO SOLÍS FARÍAS sueña con ser candidato a gobernador de Baja California.
Bien incrustado en los grupos empresariales del estado, dirigió en el pasado presuntos “estudios” para “vigilar” el uso de los recursos públicos durante la administración del ex gobernador, FRANCISCO VEGA DE LAMADRID, pero por casualidad eso no concluyó en verdadera rendición de cuentas para los bajacalifornianos, ya que el fiscalista fue “incapaz” de conseguir la información que necesitaba, aunque el desfalco de millones de pesos era evidente.
Pues ahora el afamado Doctor en Derecho Fiscal, quien se distingue por hablar durante tiempos prolongados lanzando críticas y argumentos contra el gobierno en turno usando ademanes y gesticulaciones, pretende ser impulsado, por ciertos grupos, como candidato de la alianza de partidos contra MORENA.
Pocos minutos habían pasado del anuncio de la posible coalición, cuando grupos afines a SOLÍS FARÍAS ya murmuraban en los pasillos de la política para “candidatearlo”, aunque es más que evidente que no cuenta con el apoyo de grandes grupos en los partidos, ni en el PAN, ni en el PRI, ni en el PRD.
Si sus “guajiras” aspiraciones persisten, veremos al académico en materia de impuestos usar su conocimiento para “lucirse” en ciertos medios de comunicación como una fuente de consulta, para darse prestigio como opositor de la Cuarta Transformación y acarrear “agua a su molino” electoral.
Pero es claro que un personaje como SOLÍS FARÍAS no guarda la lealtad necesaria en la política hacia ningún proyecto: solo hay que recordar cuando, a nombre del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Tijuana, fue comisionado para revisar los “agujeros negros” del presupuesto de VEGA DE LAMADRID, último gobernador panista de la entidad.
Y ahora, ya con el Partido MORENA y el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en el poder, su modus operandi y su histrionismo mediático no paran, señalando cada detalle de la fiscalización y la Secretaría de Hacienda, tratando de hacer ver al gobierno como un perseguidor de las empresas y los contribuyentes.
Hay que decir que la forma de manejarse del fiscalista es proferir críticas contra quien gobierne, aunque, maquiavélicamente -seguramente porque sabe que sus posibilidades son casi nulas- guarda un complaciente silencio ante quienes pretenden “meterlo” por la fuerza en la misma política que tanto –y hasta el cansancio- critica.
Continuando con la estela de personajes con la codicia de poder a flor de piel, muchas críticas han salido respecto al Diputado Rodrigo Otañez Licona, quien si bien hoy se vende como un agorero de la justicia y la legalidad, no son pocos los que recuerdan su pasado lleno de excesos e ilegalidades.
Hace algunos años, cuando la hegemonía panista reinaba en BC, fue muy conocida la maniobra que el padre del diputado, de nombre también Rodrigo Otañez, elucubró junto a Alejandro Mungaray, quienes establecieron una manera ilegal de buscar apoyos a favor de emprendedores.
Se dice que mientras Mungaray era el “cerebro político” de la operación, la familia Otañez eran “los cerebros financieros”, montando para sus fines una empresa de nombre Innovacci, que se acercaba a pedir recursos a los gobiernos panistas.
La jugada, dicen, es que Mungaray siendo Secretario de Economía con Osuna Millán condicionaba a los emprendedores de contratar la compañía de Otañez para lograr los apoyos económicos solicitados y con ello asegurarse una tajada de cada peso que lograban obtener a favor del emprendimiento empresarial.
La jugada estaba completa, mientras Otañez impulsaba esta empresa, donde el hoy diputado Rodrigo y la hija de Mungaray, Ana Bárbara, “ofrecían asesorías” para pedir recursos de convocatorias como las del Conacyt, Alejandro Mungaray presidía la mesa, en su calidad de secretario, donde se definían qué proyectos se deberían incentivar.
La alianza fue a tal grado que hoy en día Rodrigo Otañez y Ana Bárbara Mungaray se encuentran casados, y cómo no celebrarlo, si las empresas fantasmas favorecidas otorgaban un porcentaje a Innovacci, sobre los proyectos aprobados que iban desde un 15 a un 30%.
Ahora, el flamante diputado se da aires de pureza, pero en tiempos de Mungaray, cuando era el encargado de la empresa Innovacci, los empleados recuerdan que llegaba borracho a las 12 del mediodía a oficinas de Sedeco a gritarles a los empleados, por no pasar los informes de las empresas apoyadas. Pues claro, tenía que cobrar los altos porcentajes de sus honorarios.
Información Columna POLÍTICA Y POLÍTICOS de El Mexicano