Carlos Guerrero se declaró culpable en de San Diego por vender software y equipo de espionaje para comunicaciones electrónicas a gobiernos mexicanos.
Estos equipos habrían sido usados para interceptar y monitorear comunicaciones de sus rivales políticos, ciudadanos, empresas y medios de comunicación.
“Kiko” Vega ex gobernador de Baja California fue uno de sus clientes más importantes.
Actualmente, la Fiscalía General del Estado de Baja California continúa utilizando vehículos blindados, uniformes y otras herramientas proveídas por la empresa Elite by carga, de la que es titular Carlos Guerrero.
Esta información fue otorgada por medios estadounidenses como San Diego Union Tribune, Times of San Diego y en la sección de finanzas de Yahoo!.
Carlos Guerrero de 48 años de edad es propietario de varios negocios en Estados Unidos y México, admitió tener residencia en Chula Vista y Tijuana y de ser culpable de conspiración, tras vender bloqueadores de señal, herramientas de intercepción de Wi-Fi, receptores IMSI (conocidos como "stingrays", que pueden rastrear el teléfono de una persona) y herramientas que tienen "la capacidad de hackear mensajes de WhatsApp" y correos electrónicos de personas de ambos países.
Elite by Carga también fue contratada por el ex alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz.
Estados Unidos acusa a Guerrero de negociar la venta de las herramientas de intercepción y vigilancia tanto a clientes del gobierno mexicano como a clientes privados. También es acusado de utilizar su empresa, Elite by Carga, para importar herramientas de piratería en Israel y otros países.