En la tarde del martes se produjo un incidente en el penal de la Mesa de Tijuana, ubicado en la avenida Madre Antonia Brenner, que movilizó a diversas unidades de seguridad como el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la Fuerza Estatal y la Policía Municipal. Como medida de precaución, se cerraron varias calles aledañas, entre ellas la Calle de los Pollos y la Avenida de los Charros.
Inicialmente, trascendió que se trataba de un intento de motín en el interior de la prisión. Sin embargo, la comisionada estatal del sistema penitenciario de Baja California, Elena Andrade, informó que en realidad se trató de una riña en la que participaron más de 10 internos, y la cual lograron controlar en un tiempo de 15 minutos.
A pesar de haberse restablecido el orden dentro del penal, las calles cercanas continuaron bajo custodia para garantizar la tranquilidad en el exterior, debido a la llegada y traslado de reclusos. Durante este tiempo, los familiares de los internos acudieron al área de La Mesa con el fin de obtener información sobre la situación y no se retiraron del lugar hasta asegurarse de que sus seres queridos se encontraban a salvo.
"Se trató de una riña en los pasillos del centro de Tijuana, en la que originalmente participaron alrededor de 10 internos masculinos. Posteriormente, otros reclusos se sumaron a la disputa. De inmediato, se activaron los protocolos de seguridad establecidos en esta administración para enfrentar cualquier situación, incluso cuando se trata solo de una agresión verbal. Nuestros agentes de custodia penitenciaria actuaron de manera inmediata y lograron contener la situación en el interior", declaró la comisionada Andrade.
Durante los últimos meses han sido varías las ocasiones en las que se ve el mismo operativo, generando a su vez la incertidumbre por parte de familiares y de vecinos que temen porque se repita un capítulo como el motín del 2008 que dejó más de 20 muertos entre internos, personal del penal y terceros.