Gracias a la cooperación de los comunicaciones privadas en la administración de la cuarta transformación, se ha logrado detener a narcotraficantes, así como descubrir su manera de operar.
Es importante señalar que todo lo anterior ha sido con un permiso legal con el que la Fiscalía General de la República cuenta, para continuar en la lucha contra el crimen organizado.
Un ejemplo del resultado de estas acciones se partimos desde enero del 2015 hasta diciembre del 2017, tiempo en el que jueces federales autorizaron 2 mil 198 solicitudes que realizó la Procuraduría General de la República, para interferir en la comunicación eléctrica y telefónica.
Mismas peticiones que provenía de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, delegaciones de la PGR en Querétaro, Quintana Roo, Michoacán y otros Estados.
Dentro de las 23 empresas que facilitaron la intercepción destacan Radio Móvil Dipsa (Telcel), Movistar, Maxcom Telecomunicaciones, Iusacell, Operbes, Google y Microsoft.
La geolocalización de teléfonos celulares en tiempo real, es otro de los recursos con los que cuenta la FGR.
De acuerdo a información de Milenio, durante el 2019, la FGR intervino el teléfono de Mario Alberto Cárdenas Medina, El Betillo o El Betito, líder del cártel del Golfo y sobrino del capo Osiel Cárdenas Guillén, lo que permitió conocer que estaba involucrado en el secuestro y tráfico de indocumentados en Tamaulipas.
En los últimos días, la FGR intervino la conversación telefónica entre Francelia Salgado Patiño, madre de El Mochomo, con un abogado de nombre Juan, litigante que le informó le informó que todo estaba listo para beneficiar a su hijo.
Por otro lado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha negado que su gobierno utilice algún sistema de espionaje como lo hicieron otras administraciones, para vigilar a sus enemigos políticos.