El músico, R. Kelly fue puesto bajo vigilancia de suicidio en el centro de detención federal en Nueva York después de haber sido sentenciado a 30 años en prisión por extorsión y tráfico sexual.
"La ironía de poner a alguien bajo vigilancia de suicidio cuando no tiene tendencias suicidas es lo que en realidad causa más daño", dijo su abogada, Jennifer Bonjean a CNN.
Añadió que "es un castigo por ser de alto perfil. Y, francamente, es horrible", dijo. "Poner a alguien bajo vigilancia suicida en esas condiciones es cruel e inusual cuando no lo necesitan".
Fiscales del Distrito Este de Nueva York acusaron al músico de utilizar su estatus de celebridad y una "red de personas a su disposición para atacar a niñas, niños y mujeres jóvenes para su propia gratificación sexual".
