La cantante, de 23 años de edad, fue asesinada por Yolanda Saldívar, fundadora y presidenta de su club de fans, quien además se había convertido en su asistente personal.
A inicios de 1995, la relación entre Selena y su asistente se deterioró. Ese mismo año, Saldívar fue destituida del club de fans y apartada del manejo de los negocios de la cantante.
Según informes de medios locales, Saldívar y Selena se vieron el 31 de marzo, alrededor de las 9:00 am, para acudir a un hospital debido a un presunto abuso sexual que Saldívar había sufrido. El médico consideró que no había signos de violencia sexual, lo que molestó a Selena.
Tras una riña, la cantante intentó salir de la habitación donde se hospedaba Saldívar, pero esta tomó un revólver Taurus .38 mm y disparó contra Quintanilla en la parte superior derecha de la espalda.
La joven logró salir de la habitación para pedir ayuda y alcanzó a llegar a la recepción del hotel, donde finalmente cayó inconsciente. Sus últimas palabras fueron: "Yolanda, habitación 158".
Después del asesinato, Saldívar huyó a su camioneta, donde se atrincheró durante casi 10 horas con el arma en la mano, amenazando con quitarse la vida.
Finalmente, se entregó y, unas horas después, rindió su primera declaración formal ante el detective Rivera.
"Apreté el gatillo y le disparé [a Selena] mientras caminaba", dijo en un primer momento, versión que luego se desdijo.
"Saqué el arma de mi bolso y Selena comenzó a caminar hacia la puerta. Le dije que cerrara la puerta. Ella salió corriendo y no sé a dónde fue. La busqué, pero no pude encontrarla", señaló al corregir su primera declaración, sin mencionar si accionó o no el arma.
Recientemente, le negaron la libertad condicional a Yolanda Saldívar, culpable del asesinato de Quintanilla.